Weiyang Wang

Valentina Herrera llevaba seis años casada y creía que su matrimonio era fuerte. Pero cuando salió del hospital, vio que su esposo Diego Vargas le había dado toda su ropa cara y sus joyas a una nueva pasante. Trató de arreglar las cosas, pero él cada vez se enamoraba más de la pasante. Cuando ya no aguantó más, Valentina se fue a otro país con su hijo y lo dejó. Entendió que nadie se va de la noche a la mañana, solo que se decepcionó demasiado.

Valeria, una huérfana que trabaja como guardaespaldas de Leandro, lo ayudó a levantarse desde la nada, pero nunca se sometió a él. Decidido a quebrarla, Leandro la manipuló usando el nombre de su amor ideal, Isabel, y la llenó de tormentos. Valeria fingió su muerte y huyó, pero él la halló y, desesperado, la hipnotizó para borrar sus recuerdos. Solo entonces entendió que sin ella, su mundo no tenía sentido.